La cría del perro constituye la base para un correcto desarrollo morfológico y psicofísico de las diversas razas caninas, pues las cualidades naturales de un perro dependen tanto de su genealogía como de la manera de tratarlo y mantenerlo y, por lo general, los perros saben demostrar por medio de acciones lo que precisan y lo que sienten. La elección de los reproductores, machos y hembras, resulta, por tanto, de gran importancia y es conveniente descartar aquellos que notoriamente sean portadores de taras o defectos. Una vez decidida la elección, siempre es conveniente cerciorarse de que los dos perros que van a aparearse gocen de buena salud, que no presenten formas parasitarias u otras enfermedades infecciosas que podrían penar negativamente en el éxito del embarazo y de la camada. Para mantener al perro con buena salud, es indispensable una adecuada alimentación.